Sabado 3 de diciembre:
Día de viaje. Viajamos en coche, y lo dejamos en el parking de larga distancia del Aeropuerto (67,50€). Sin problemas. Como solo teníamos incluido el equipaje de mano (esto es una maleta y un bolso /mochila pequeño por persona) nos tuvo que entrar toda la ropa/calzado en 2 maletas de mano, 2 mochilas/alzadores y las 2 mochilas del cole de las niñas . Hicimos un poco de tetris, y os puedo asegurar que en las maletas no había ni un ml de aire! Todo envasado al vacío para que ocupase lo menos posible;-)
Bueno, como decía llegamos al aeropuerto sin problemas, con tiempo suficiente para pasearnos, merendar… y por fin nos subimos en el avión. Teníamos escala de solo 45 min en Frankfurt, así que corriendo corriendo a la otra puerta, que encima estaba bastante lejos. Menos mal que el embarque del segundo vuelo se retraso y hasta tuvimos que esperar!. El segundo vuelo también sin problemas, y directos al hotel, que estaba en la misma terminal de llegadas, aunque nos costó un poco encontrarlo. La habitación no tenia ventana, pero estaba muy bien. Lo que sí que tenia eran zapatillas de casa para los 4 (2 de adulto y 2 de niño) y un hervidor de agua con montón de sobres para desayunar (tes, café, leche, azúcar, cacao en polvo, miel…) que por supuesto aprovechamos para desayunar mas de un día.
Domingo 4 de diciembre:
Nos levantamos sin excesiva prisa, desayunamos en la misma habitación y nos dirigimos en tren hasta el centro de Helsinki. Como esa misma noche nos íbamos a Rovaniemi, dejamos las maletas en consigna en la estación central.
No se si justo coincidió la hora o siempre esta así de lleno, pero la cosa es que no había taquillas vacías. Nosotros tuvimos suerte, y llegamos justo cuando una señora iba a sacar sus cosas. Hay que pagar en monedas (creo recordar que había una maquina para hacer cambios…).
Este primer día fue un poco toma de contacto, paseamos por el puerto, y como ya se acercaba la hora de comer, nos metimos en un puestico de salchichas a la brasa que había en el mismo puerto, con una carpa calefactada a modo de comedor. La verdad es que era un poco cutrillo, pero comimos rico, y barato. Después de reponer fuerzas nos acercamos a las 2 catedrales (en la catedral blanca había mercado de navidad, con mucho ambiente!)
Paseamos un poco por el centro iluminado con las luces de Navidad. Y como hacia media tarde ya estábamos cansados y con un poco de frio, nos dirigimos a la estación, donde compramos algo de comida preparada para cenar y desayunar en el tren.
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