De Breslavia solo había leído cosas bonitas, así que era un imprescindible incluirla en la ruta.
Los billetes de tren los compré online en www.intercity.pl/en/ con 1mes de antelación. Se puede poner en inglés y más o menos te enteras...hay muchos trenes al día, la cosa es que unos hacen muchas paradas y otros solo unas pocas. Normalmente los que pone "IC" son los más rápidos. Se puede elegir primera o segunda clase y asientos. Por la diferencia de precio creemos que compensa reservar en primera clase.
Los vagones de primera clase no son siempre iguales. En el trayecto Crakovia-Wroclaw fuimos en un compartimento cerrado de 6 asientos. En cambio en el trayecto Wroclaw - Varsovia fuimos en un vagón abierto y elegimos 2 asientos individuales uno enfrente del otro junto a la ventana. Los vagones de segunda clase nos recordaron a nuestros trenes regionales, solo que un poco más nuevos, los vagones de segunda estaban mucho más llenos. Si queréis ventanas son los que pone "O". En algunos trayectos aparece el plano del vagón y en otros no (ni idea del motivo).
Cuando lleguéis a la estación fijaros en el número del tren, más que en el destino, porque es posible que siga más allá . En las pantallas se informa del numero de vía por donde va a pasar.
Durante el trayecto pasa un señor con un carrito varias veces por si quieres alguna cosilla, tipo mini-bar.
Nosotros tardamos 3 horas. No se nos hizo muy pesado. Si queréis aprovechar el día conviene reservar un tren que salga temprano. A nosotros nos daba un poco igual, preferimos no madrugar , salimos a las 12.15 de Cracovia puntuales como un clavo. La estación central de Cracovia es Krakow Glowny y la de Breslavia es Wroclaw Glowny.
Cuando llegamos a Breslavia llovía y cogimos un taxi para llegar al apartamento que habíamos reservado. Tardamos 15 minutos y nos costó 40 zloties.
El apartamento que elegimos estaba en una ubicación maravillosa, prácticamente en la misma plaza Rynek. A menos de 1 minuto andando. 2/3 Apartments se llamaba. Las ventanas del apartamento dan a la Basílica de Santa Isabel de Hungría y a pesar de estar muy céntrico apenas había ruido, las ventanas aíslan muy bien. Lo único que no me gustó es que había un supermercado debajo y cada vez que entraba o salía alguien se oía un poco el portazo, pero bueno, eso es que yo soy hiper sensible a los ruidos y tampoco estuvimos mucho tiempo allí dentro, así que ni tan mal....
Mientras deshacíamos maletas vimos a través de la ventana como empezaba a nevar. Empezaron a salir de la maleta nuestras mejores prendas... y acabamos vestidos como si fuéramos a escalar el Everest.
Nada más girar la esquina nos sorprendió la espectacular plaza Rynek de Breslavia. Ya estaba engalanada con luces y casetas para el mercadillo Navideño que se inauguraba justo el día que nos íbamos a Varsovia. Mala suerte la nuestra...
Esa plaza me pareció una barbaridad de bonita. Mirases a donde mirases parecía sacada de un cuento. No entendí como esta ciudad no es muchísimo más famosa... y casi nadie de mi entorno sabe que existe.
Nos dimos una vuelta por la plaza y las calles aledañas, visitamos varias tiendas de souvenirs y finalmente nos fuimos a tomar un vino calentito con canela y clavo.
Hacia las 19.00h nos fuimos a cenar a la Pierogarnia Stary Młyn en plena Plaza Rynek haciendo esquina. Había que darle otra oportunidad a los dichosos Pierogis. Como hervidos no nos habían gustado, probamos está vez con los Pierogis horneados.
Nos pedimos un mix de tres ensaladas y un pack de 5 pierogis para los 2 porque eran enormes. Se podían pedir variados, así que pedimos uno de ternera, uno de cordero, uno de cerdo, uno de setas y espinacas y uno de queso y champiñones. Muy buenos, nos gustaron todos.
Sabíamos que Wroclaw había más de 500 gnomos por las calles y nosotros aún no habíamos visto ninguno... muy mal.
Según nos enteramos más adelante cada gnomo cuesta unos 2.700€ y hay ostias para conseguir uno, pero el ayuntamiento debe autorizarlo, si te pones un gnomo ilegal te lo quitan... vaya tela...
Como seguía nevando nos fuimos a calentarnos al apartamento. Que allí en Polonia la calefacción deber ser gratis porque está a toda leche en todas partes.
Para nuestro segundo día en Wroclaw habíamos reservado un Free Tour por el Centro Histórico. Tardamos 2 minutos en llegar porque el punto de encuentro era en la plaza Rynek. No éramos muchos, 10-12 personas. En el mismo tour de habla inglesa que estaban ahí también solo acudieron 2 personas que el pobre chavalín que hacía de guía me dió hasta pena...
El paseo, que duró casi 3 horas estuvo muy bien. La visita a los sitios de interés se acompaña del contexto histórico lo cual es muy conveniente. A mi parecer los puntos fuertes del recorrido son:
- La propia plaza Rynek... de cuento de fantasía.
- Las casitas de Hansel y Gretel que están en una esquina de la plaza Rynek. Y su historia.
- La calle de los Carniceros
- Los gnomos que vas descubriendo... y te van enganchando.
- El mercado hala targowa, los bares de leche y el bar secreto de "cuéntame" que descubrimos allí.
- Estatua del esgrimista sin espada... porque cada 2 por 3 se la roba alguien.
- Las islas de Breslavia. Puentes
- La catedral de san Juan el Bautista y subir al mirador en ascensor (en la mayoría de las otras iglesias hay que subir escalones).
Me gustaría ampliar la información del mercado Hala Targowa porque lo merece. El primer día que lo visitamos fué con el free Tour. Nos dieron 20 minutos para tomarnos algo calentito y ya nos estrenamos en uno de los bares de leche que hay allí dentro. En lugar de café con leche, nos pedimos una sopa Zurech y entramos en calor de inmediato.
Después del Tour volvimos para comer allí. Nos volvimos a pedir 2 sopas, que el cuerpo ahí te la pide. De segundo Jordi se pidió un estofado que no le gustó porque estaba avinagrado y yo me pedí unos creps de espinacas con queso que estaban muy ricos. Comimos los 2 con bebidas por menos de 10€. Aquí es importante un traductor o algo, porque la pizarra donde están los platos está en Polaco y no te enteras de nada. O eso, o le señalas con el dedo a las chicas lo que quieres, son bastante simpáticas y tienen paciencia con los turistas porque allí come generalmente la gente local. Es un mercado muy peculiar y curioso para visitar.
De postre nos compramos en una parada un trozo de pastel muy extraño que vimos que parecía popular. Había de un montón de sabores, pero no entendíamos nada de lo que ponía en los cartelitos. Nos pareció como una especie de turrón en pastel... no repetiríamos, ni idea de lo que estaba hecho eso....pero bueno, como bueno, no estaba.
El bar/cafetería secreto esta entrando más o menos por la mitad al lado izquierdo. Madre mía que lugar tan curioso... y viejuno. Desde fuera no lo parece. Yo no me podía creer que hubiera un lugar así dentro del mercado. Pediros un pastelito que esos sí están ricos, la tarta de queso estaba genial.
Volvimos a nuestro apartamento y nos pegamos una siesta de 2 horas. Reservamos online la excursión del día siguiente para la Ruta por la Baja Silesia y al cabo de una media hora recibimos un email para decirnos que se anulaba porque había muy poco foro. Así que en in extremis, reservamos un coche para el día siguiente para hacer la ruta por nuestra cuenta. En realidad mi único objetivo del día siguiente era llegar a Osowka o a alguno de los túneles del Proyecto Der Riese. Las iglesias de la Paz y el Castillo de Ksiaz me daba un poco igual.
Fuimos a cenar a un local pequeño que siempre veíamos lleno, justo al lado de donde nos alojábamos. Ato ramen wro se llamaba. No nos pudimos acabar los platos. Por lo que vimos allí el tema Ramen gusta bastante. Y a dormir que había que madrugar para recoger el coche. Volvía a nevar.
El día siguiente en Wroclaw fue un absoluto desastre, al menos las primeras horas.
A las 9.30h estábamos puntualmente en el Centro Comercial donde la empresa Panek debería hacernos la entrega del coche de alquiler. Eran las 10.15 h y por allí no había aparecido nadie. Había un teléfono, pero no podíamos enviar un wasap porque no teníamos datos y además estábamos en un parking sin cobertura. Intentamos llamar pero saltaba un contestador en polaco y no entendíamos absolutamente nada de lo que decían... en fin... Jordi quería quedarse más tiempo esperando y yo llevaba un cabreo importante, con los del coche por impresentables y con Jordi por su maravillosa gestión del Roaming inexistente....Así que al final nos fuimos. Me resigné a no poder visitar la ciudad subterránea de Osowka y el Proyecto Der Reise. Otra vez sería...
Dedicamos el día a visitar con calma las islas de Breslavia y a acercarnos al Panorama. Yo no sabía ni lo que era eso, no tengo exceso aprecio por el arte pictórico. La visita no estuvo mal. Es una pintura panorámica monumental (15 x 114 m) que representa la batalla de Racławice, en la que el ejército polaco venció al ejército ruso. Por lo visto es una gran atracción turística en Breslavia, nos dieron audio guía en español. La visita dura 30 minutos.
Para cerrar esta etapa me gustaría comentar que me parece una ciudad ideal para ir con niños. Pueden buscar gnomos como pokemons. En las librerías venden un mapa y hay que ir marcándolos y encontrándolos. Seguro que los más peques disfrutan un montón.
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