PERU, dos semanas por libre recorriendo la tierra de los incas ✏️ Blogs de Peru

Desde pequeña había querido conocer el Machu Picchu, el Perito Moreno e Islandia…cosas de niños….y con el paso del tiempo estos sueños se han ido haciendo realidad, empujando hacia ellos también a mi novio Gonzalo. La isla ya tuve la suerte de recorrerla en 2010, y la Patagonia pude disfrutarla en 2013…así que quedaba pendiente la ciudadela Inca. La verdad que he de decir que el viaje a Perú es mucho más que esta maravilla mundial, y ha satisfecho nuestras expectativas con creces. Es cierto que prefiero los viajes en los que puedes alquilar un coche e ir poniendo los tiempos algo más a tu aire según te van gustando más o menos los lugares que visitas, pero aún así, a pesar de tanto autobús para acá y para allá, hemos disfrutado mucho estas dos semanas conociendo este país, pasando por Ica y Huacachina, Islas Ballestas, reserva de Paracas, líneas de Nazca, Arequipa, cañón del Colca, Cuzco, el camino Inca, el Machu Picchu, y el valle Sagrado.

Además he de decir que hemos comido muy bien (destacar entre otros platos el ceviche, las sopas de la sierra como la de quinua, la alpaca cocinada de diversas maneras, la trucha frita, las papas a la huancaína, los jugos naturales, los pisco sour…), en general la gente es muy amable, y no hemos sentido ningún tipo de inseguridad.

A tener en cuenta, que en este país también hay que regatear, que esto te puede gustar más o menos. Los precios de los taxis se negocian antes de subir, y en muchos baños piden un sol por usarlos (da igual como sea, limpio o un agujero en el suelo), por lo que es conveniente llevar siempre alguna moneda a mano. Tras estas indicaciones claves, jeje, paso a relatar nuestro viaje.

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Nuestro avión salía a las 00.35 de Barajas, con llegada a las 05:45 al aeropuerto Internacional Jorge Chávez en la ciudad de Lima. (12 h 10 min). El vuelo de LAN muy bueno, dormimos bastante, con la mantita y el antifaz. El avión llegó media hora antes a Lima, y no había mucha cola en el control de pasaportes donde te entregan el papel de autorización de entrada en el país, que debes llevar siempre encima junto con el pasaporte, te puede ser solicitado en cualquier momento, por ejemplo en algún hotel al realizar el check-in. Es una pena que no lo grapen al pasaporte como en otros países, pues parece fácil perderlo…

Cogimos rápido las maletas. Por cierto, nos encantó el sistema de que te den un código que también va en la maleta, y al salir de la sala de recogida de equipaje tienes que presentar tu código para comprobar que coincide con el de la maleta. Sacamos soles del cajero y pillamos un taxi de la compañía oficial Taxi Green a la estación de autobuses de Cruz del Sur (20 dólares, este precio es fijo), en Javier Prado. Había tráfico pero en una media hora estábamos allí. Nos habría dado tiempo a coger el autobús a Paracas, pero bueno, ya lo habíamos cambiado todo para empezar por Ica…que le vamos a hacer, mejor prevenir.
Lima muy gris por cierto, no inspiraba mucho.

A las 7.30 sale el bus hacia Ica, unas 4 h y media… (se pueden pagar con tarjeta los billetes en la estación). Se facturan las maletas; cuando subimos al autobús, piden pasaporte y nos graban en vídeo. Tiene 2 plantas con asientos-cama (los de abajo más grandes). Te dan un pequeño desayuno. Los asientos son comodísimos, en cualquier categoría…

A medida que nos acercamos a Ica el sol aparece y al bajar del autobús notamos el calor. El paisaje hasta allí resulta bastante árido. Cogemos taxi hasta nuestro hostal (las Flores, muy bien, muy agradables). Comemos algo allí y cogemos otro taxi hasta Huacachina. Allí damos una vuelta para comparar los precios de las agencias que hacen los buggies. Hay muchas y todas tienen un precio de entre 30 y 40 soles para el tour de 2 h (tasa aparte). Nos decantamos por la que más nos convence por tiempo y tipo de tubular, por 35 soles.

Damos una vuelta por la laguna, no se ven muchos turistas por allí, dicen los de las agencias que en fin de semana hay más gente. A las 4 de la tarde empieza el tour. Subidón de adrenalina. Imprescindibles gafas de sol (si no te las deja el conductor). Además recomiendo llevar un fular o algo para protegerte la boca en el recorrido para no tragar arena. Hicimos varias paradas para sacar fotos.

*** Imagen borrada de Tinypic ***

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Tras un rato arriba y abajo por las dunas comenzamos con el sandboarding. Tumbados sobre la tabla nos deslizamos por las pendientes más pronunciadas, divertidísimo. La última de las cuestas mete miedo, coges una velocidad considerable… se te mete arena hasta en los empastes… Terminamos el día con la puesta de sol sobre las dunas, y vista desde arriba de la laguna y el oasis. Precioso. Perfecto.

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Después de este gran comienzo de viaje, taxi de vuelta al hotel de Ica, con parada para sacar dinero del cajero para pagar la excursión del día siguiente. Cenita en el hotel, probamos la rica salsa Huancaina, y a dormir.

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Los días anteriores al viaje habíamos preguntado por internet a varias agencias el precio de la excursión de todo el día desde Ica a Islas Ballestas y Reserva de Paracas, y como en el hotel nos dieron un precio similar (90 soles por persona, q luego fueron por pareja en vez de por persona….¿confusión del personal o suerte?), pues directamente fuimos con la agencia que subcontrataba el hotel, y todo muy bien.

Nos recogieron en el hotel hacia las 7 y en menos de una hora estábamos en Paracas (lluvia de arena en quechua). Hacia fresquete y estaba nublado. Sobre las 8 estábamos en el embarcadero para tomar la lancha que nos llevaría hasta las islas Ballestas. Antes de montarnos hay una persona en el puerto que te cobra la tasa por visitar las islas. Nos aprovisionamos con los chalecos y nos ponemos las capuchas, es habitual que los pájaros te suelten algún regalito, como le pasó a Gonzalo. Si te sientas en el lado izquierdo de la barca a la ida podrás ver mejor la figura del candelabro (que en realidad representa un tipo de cáctus) y a la infinidad de pelícanos que pasean por la costa.

*** Imagen borrada de Tinypic ***

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El paisaje desértico junto al mar es muy chulo. Una gozada ver los citados pelícanos, especialmente cuando están volando casi rozando el agua. En las islas Ballestas observamos varios leones marinos cerquísima (algunos con crías), pingüinos, curiosos cangrejos, gaviotas, cormoranes, y muchas otras especies. El guano producido por las aves es el principal recurso de las islas. Merece mucho la pena esta excursión.

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Tras la vuelta al embarcadero tuvimos que esperar un rato, pues se le había pinchado una rueda al minibús que nos llevaba….cosas del directo…al rato ya nos encaminamos a la Reserva de Paracas. Paisaje desértico chulísimo, y disfrutamos mucho con el guía que nos cuenta muchas cosas curiosas e interesantes en cada parada. Entre otras cosas vemos:

-La Catedral. Símbolo de la Reserva de Paracas, compuesta por rocas de 28 –40 milllones de años. Deteriorada su bóveda por el fuerte terremoto de 2007, todavía se percibe lo que anteriormente parecía una catedral de roca natural, labrada por el viento y la erosión
-Playa de Supay. Significa en quechua diablo . Playa famosa por sus acantilados con secuencias de capas horizontales de hace 55 – 38 millones de años. En algunas zonas se aprecian grietas impresionantes que invitan a mantenerse alejados del borde del acantilado.

*** Imagen borrada de Tinypic ***

-Playa Roja. zona de descanso y alimentación de aves, conocida por la coloración rojiza de su orilla, debida a los fragmentos de magma volcánica que las olas han depositado desde el Macizo de Punta Santa María.
-Sendero paleontológico de Yumaque. Restos fósiles. Un gran rato en busca de antiguas conchas, piedra pómez, y otros restos curiosos para la colección geológica de casa.

Luego comemos un riquísimo ceviche en Lagunillas al solete que por fin aparece, al borde del mar, rodeados de los graciosos pelícanos.

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Después de vuelta para Ica, hablando con algunos compis de autobús (como un inglés muy majete) sobre los siguientes días de viaje respectivos y arreglando el mundo.

Llegamos al hotel, cogimos las maletas y pedimos taxi a la estación de autobuses de Cruz del Sur para coger el primer autobús que saliera para Nazca, que fue a las 18.25. Los asientos como siempre comodísimos. En unas 2 h llegamos a Nazca,y el hotel Alegría de Nazca, que está a 20 metros cruzando desde la estación de autobús. Nos dio tiempo incluso a llegar a la agencia Alas Peruanas para reservar el vuelo de las líneas de Nazca para el día siguiente, por 90 dólares por persona. Nos dicen que será hacia las 11 de la mañana, que nos pasemos a preguntar a primera hora, pues todo depende de cómo amanezca.
Cenamos en el restaurante Rico Pollo que estaba a tope, de viernes. Muy rico todo. Y a dormir.

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