DÍA 8. 27 de agosto. Jueves. Cuzco y complejos arqueológicos cercanos ✏️ Diarios de Viajes de Peru

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Nos levantamos sin malestar aparente, así que desayunamos con ganas y nos fuimos a conocer Cusco. Lo primero nos dirigimos a Qoricancha, fortaleza de oro en quechua. Con el paso de los años se construyó allí el templo mayor del estado inca, dedicado a la adoración al Sol (Inti en quechua). La entrada no está incluida en el boleto turístico, unos 10-15 soles. Abría a las 8.30. Precioso. Nos encantó el muro exterior, el cuadro de la representación de la vía láctea y el mural dorado.

*** Imagen borrada de Tinypic ***

Después vimos la iglesia de Santo Domingo, muy curiosos los frescos de angelitos vestidos como niños peruanos, en vaqueros y todo.

Desde allí cogimos un taxi por 8 soles a la parte alta de la fortaleza de Sacsayhuaman, que significa “donde el halcón se sacia”. Este lugar sería la cabeza del “puma” (la plaza de armas el corazón y el quoricancha los testículos). Cogimos a una guía que nos explicó todo durante una hora y media. La dimensión de las piedras y su ensamblaje es alucinante. Paseamos por las diferentes áreas del recinto arqueológico, observamos Cusco y su extensión desde lo alto (impresionante vista), nos tiramos por los toboganes y anduvimos por la gymcana a oscuras recorriendo el pequeño túnel.

*** Imagen borrada de Tinypic ***

Después descendimos la escalinata que nos llevaba hasta Cuzco, a unos 20 minutos, descubriendo el barrio de San Blas. Visitamos la iglesia con su impresionante púlpito esculpido en madera de cedro, de estilo churrigueresco. Otro lugar que nos alucina es la calle Hatun Rumiyoc, donde están los muros incas más imponentes y la famosa piedra de los 12 ángulos perfectamente ensamblada con las de alrededor. Además en otros muros de calles aledañas nos explican como algunas piedras forman otras figuras, como la serpiente.

Ya hambrientos nos damos el capricho de comer una super hamburguesa en el Papachos (precio europeo), uno de los restaurantes con balconcito de la plaza de armas, disfrutando de las vistas y el buen tiempo, demasiado calor de hecho al sol. Al ir acabando ameniza la jornada un pequeño desfile policial con paso de una virgen y banda municipal.

Bajamos por la calle Loreto y nos dirigimos hacia el famoso mercado de San Pedro (vaya olorcito de las carnes y el pescado, si bin la fruta y jugos tenían muy buena pinta. Curioso ver este sitio). A la vuelta vamos mirando ya las futuras posibles compras, y buscando una gorra y ponchos de plásticos para el camino inca, que finalmente compraríamos por la noche junto a la catedral. Hay muchos turistas por todas partes y no se palpa inseguridad…si bien nos sorprendió un tipo en una callejuela aledaña a la plaza de armas, más por no esperarnos su mensaje con voz ronca a lo Malamadre “tengo coca de la buena”….nos alejamos riéndonos por la situación…

Descansamos un ratillo en el hotel y vamos a cenar al Ayllu, muy rico todo. Problema: me aparece la famosa y temida diarrea del viajero antes de empezar el camino inca! (pero con el pastillazo de Citrofloxacino parece que al día siguiente a partir de media mañana se corta el problema… menos mal).

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