Hoy visitaríamos LÜBECK...está a solo 45 minutos de Hamburgo así que decidimos ir a media mañana y así visitar antes el centro de HAMBURGO de día:
Era un domingo 27 de diciembre y a parte de muchos refugiados en los alrededores de la estación central, y algunos turistas como nosotros, la ciudad estaba desierta.
El mercado navideño del Rathaus empezaba a ser desmontado, mientras que los de los alrededores abrían sus puertas...empezaba el festival de olores a jengibre, vino caliente con especias, currywrust, champiñones y mil delicias más...
Alemania es el lugar de origen de los mercados navideños, proviene de las ferias y mercados de la Baja Edad Media, cuando los ciudadanos tenían la posibilidad de hacer las compras para cubrir sus necesidades en invierno. Desde el siglo XIV se permitió tanto a los artesanos como a los fabricantes de juguetes, los tejedores de cestas o los pasteleros poner un puesto para vender estos detalles que se regalaban durante las navidades a los niños. También había puestos con castañas asadas, nueces y almendras. Con el paso del tiempo se consolidaron como parte de la navidad alemana y actualmente Alemania no concibe una navidad sin ellos.
Recorrimos los 2 mercados más cercanos a la estación central y decidimos volver al anochecer, que es cuando cobran vida y empieza la magia.
Además empezaba a llover así que fuimos a sacar el billete a Lübeck. En esta ocasión el ticket es el llamado Schleswig-Holstein- Ticket, y te permite viajar a esta zona y volver en las mismas 24 horas. 31 euros los dos adultos.
En 45 minutos llegábamos a Lübeck y por suerte allí no llovía.
facilísimo llegar al centro...es solo seguir recto unos metros y ya aparece ante tus ojos la Holstentor-platz:
Junto con el centro histórico forman parte del Patrimonio de La Humanidad por la Unesco desde el 87.
El siguiente punto a fotografiar son los "Salzspeicher", antiguos almacenes de sal, hoy repletos de boutiques.
Llegados a este punto, nuestro interés se centro en los mercados navideños, y el primero de ellos estaba allí mismo, en An Der Obertrave.
Un enanito te daba la bienvenida a la entrada (no puedo poner foto porque mi peque no se despegó de él) a estas casitas que veis. Así, estaba la de la habitación, con sus mantitas y alfombras, la de la cocinita con sus útiles, la del carpintero con su propio banco de trabajo y sus herramientas...bueno los que tenéis críos qué os voy a contar!! que el mío no hubiera salido de allí en todo el día....Además el camino señalado con familias de erizos, y otros animales, todos artesanales.
Ah!y pista de hielo. Este mercado abre de 11:00 a 19:00h
El siguiente mercado que asaltaríamos sería el del Markt y el Rathaus...no me preguntéis si era bonito el Ayuntamiento y la plaza porque yo solo podía prestar atención al mercado...creo que es el más bonito que he visto. y enorme! Plagado de todo tipo de puestos que podáis imaginar...
Entramos a comprar un recuerdo para nuestro árbol en la famosa tienda (puesto más bien) de Käthe Wohlfahrt, originaria de la bonita Rothenburg ob der Tauber, y que aunque tiene precios desorbitados encontramos alguna cosilla apta para nuestros bolsillos.
Montamos a Hugo en uno de los muchos tiovivos que había y paseamos y paseamos y seguimos paseando entre puestos de salchichas, de champiñones y cebolla, de casitas artesanas, de guantes y gorros, incluso de naranjas valencianas!
Este mercado abre desde las 11 hasta las 21:00h.
A continuación y muy cerquita está el mercado navideño o Weihnachtsmarkt de Breite Strasse, lo que son las calles peatonales adyacentes a la marktplatz. Es parecido al anterior, puestos y más puestos de todo tipo y atracciones para los peques. Este tiene horario de 11 a 19:00h, y se extiende hasta unirse con el mercado de las hadas, del que hablaré a continuación.
El mercado del Bosque de las Hadas se ubica en los alrededores de la iglesia de St. Marrien. Y está dedicado al mundo de los cuentos. Cada puesto escenifica un cuento popular, así encontramos El gato con botas, El lobo y los 7 cabritillos, Hansel y Gretel...Además tiene un tren tipo feria y varias tómbolas para los peques, además de los típicos puestos de algodón dulce, juguetes, etc...Este abre desde las 10 hasta las 19:00h.
Y por último nos faltaba por visitar el Mercado de Navidad Marítimo de Koberg, que abre de 11 a 21:oo y cuenta con varias atracciones entre las que destaca una noria. Aquí la mayoría de los puestos estaban ambientados en el mar y los barcos. Por ejemplo Hugo jugó en la típica tómbola de pescar patitos, pero en lugar de patitos se pescaban barcos.
Regresamos al mercado de la platz a comer...currywrust, champiñones con una deliciosa salsa, salchichas blancas y por supuesto el glüwhein, que con un par de ellos ya no hace falta el forro polar. Pagas una fianza por la taza que te dan y si quieres te la llevas o la devuelves y recuperas el dinero....nosotros nos la llevamos como recuerdo. Delicioso todo, porque además comértelo en la calle con 12 grados de temperatura a tan solo 150km de Dinamarca y del mar del Norte...no tiene precio...
![Riendo Riendo](/images/smiles/icon_lol.gif)
Después de comer nos dirigimos a ver los patios de Lübeck, tienen horario de mañana y de tarde, no los recuerdo bien pero sé que el de la tarde era a partir de las 15:00h. Son difíciles de encontrar porque están en calles normales sin atractivos turísticos aparentemente pero que al adentrarte en los portales aparecen escondidos y son de lo más acogedores.
Lübeck creció rápidamente por su importancia como ciudad portuaria, así que se llenó de ricos que construyeron grandes mansiones, y con los menos acaudalados y trabajadores construyeron pasadizos que conectaban calles con los propios patios donde levantaron pequeñas viviendas. Son dignos de ver porque además tienen pocos turistas.
La dirección de estos patios es: Füchtingehof y Glandorps Gang, muy cerquita de la iglesia de St. Katharinen.
Por cierto aunque ponen que son propiedad privada se puede entrar, dentro tienen una hucha para contribuir al mantenimiento de los mismos.
Despúes de esto empezó a llover y decidimos tomar un café y comprar algunos mazapanes de recuerdo en Niederegger, Breite Strasse 89, la tienda-cafetería más famosa de mazapán.
He leído por alguna web que a su famoso pan de mazapán no se le conoce origen. Dice una leyenda que durante una hambruna se les acabó la harina a los panaderos y que no tuvieron más remedio que hacer pan a base de almendras, azúcar y agua de rosas. Como también lo es su vino, a pesar de que no tienen viñedos. Las uvas se traen de Burdeos y aquí se prepara el vino que se deja envejecer en barriles de madera, y debido al clima alemán adquiere un toque muy especial.
A mi no me gusta ni el típico mazapán español (por mucha denominación de origen que tengan el de Toledo y el de la Rioja) ni el café, pero he de decir que el café con sabor a mazapán que tomamos fue una auténtica maravilla. Esta tienda es un buen lugar para comprar recuerdos de este tipo, es muy grande y no es cara, tiene una zona infantil para que los peques se entretengan y 5 plantas dedicadas a un museo del mazapán, cafetería con tartas deliciosas, tienda, etc...
No dejaba de llover y ya habíamos visto todos los mercados de día y de noche, así que nos dirigimos de nuevo a la estación y vuelta a Hamburgo a ver si con un poco de suerte allí no llueve.
Nos despedimos de Lübeck prometiendo que la próxima visita será más cultural y monumental y una última foto navideña (con un banco Santander de fondo)
![Chocado Chocado](/images/smiles/icon_eek.gif)
Tren a tope de vuelta a Hamburgo y aunque nublado, no cae ni una gota. Vamos a por los mercados hamburgueses!!
Hay poquita gente y una temperatura ideal aunque se nota que allí ha estado lloviendo todo el día.
Empezamos recorriendo el de Gerhard-Hauptmannplatz, alrededor de Mönckebergstrasse, en el que por cierto había hasta un puesto de churros!! Spanien churros ponía.
Esta última foto no es mía, la he sacado de google.
Estos puestos con corazones de jengibre son súper famosos en Alemania, son los llamados Lebkuchen, y son un recuerdo ideal, ah y huelen que alimentan!
Os pongo alguna de las fotos de las que hicimos por la mañana porque de noche la calidad es muy mala.
Estas pirámides también son típicas de Alemania, son conocidas como Weihnachtspyramiden, y su origen se remonta a la Edad Media.
También las venden de recuerdo en muchos mercados, suelen ser de madera y están hechas a mano, de ahí su elevado precio. Están construidas en pisos con diferentes motivos navideños y en algunos de ellos se colocan velas. En la parte de arriba tienen unas aspas que se mueven con el humo que desprenden las velas.
También había puestos donde cocinaban salmón (Flammlachs), salmón a la brasa, lo hacen delante de ti. Te lo colocan en una especie de bocadillo con una base de lechuga y lo riegan con la salsa que tú elijas entre varias. Esta fue nuestra cena de aquella noche, riquííísimo.
Hugo después de cenar se quedó frito en su carro, así que nosotros aprovechamos para pasear tranquilamente por el mercado de White Magic on Jungfernstieg.
Este mercado está en la orilla del Binnenalster, en cuyo centro han puesto un árbol de navidad por lo que el ambiente es de lo más idílico.
Y con un agradable paseo regresamos a pie hasta nuestro hotel, la temperatura era buenísima.