Segundo día. 28 de Julio de 2016
Con las fuerzas repuestas tras un desayuno poderoso desayuno, abandonamos el hotel. Un Fasthotel de ruta, del que no cabía esperar nada, pero que para nosotros fue cómodo, limpio y con un personal extraordinariamente amable, que además hablaba español perfectamente.
El segundo punto de destino era Sarlat la Caneda, esta vez con un poco más de tiempo y la intención de visitar la Villa.
Cuatro horas de viaje, 30€ de gasoil y 26 de peajes después, llegamos al hotel. Un Abbys, a diez minutos del pueblo que resultó un tanto extraño, ya que la recepción cerraba de 14 a 16 y te enviaban el código de la cerradura para poder entrar en ese segmento de tiempo. También había unas máquinas donde poder validar la tarjeta automáticamente etc. , lo cual puede que sea muy cómodo , pero es bastante impersonal y no parece la mejor idea para fomentar el empleo.
Había leído que aparcar en Sarlat era complicado, así que comimos en una brasserie que había dentro de un centro comercial al lado del pueblo. Los supermercados estos son una cadena que se llama E-leclerc, muy abundantes en Francia, y bastante socorridos.
Al final, lo de aparcar no solo fue fácil, sino además gratis. Hay varios parkings públicos de camino al centro, marcados en el plano que te dan en la oficina de turismo y nosotros nos quedamos en el primero que apareció, a cinco minutos a pie. Los que están en pleno centro son de pago, pero bueno, se trata de pasear y conocer ¿no?.
Sarlat no defraudó en absoluto. Se trata de una conservadísima villa medieval que recuerda un poco a algunos pueblos medievales del norte de España (tipo Santillana del Mar en Cantabria) pero con mayor patrimonio antiguo, por así decirlo.
![DIA 28 / 07 / 2016. Lescar – Sarlat la Caneda - Doce días entre abetos y viñedos (1)](http://i.imgur.com/ah6DLe9.jpg)
La Catedral en sí misma no es precisamente un espectáculo y su valor arquitectónico es mayor que el artístico, lo que hace que al final resulte más interesante por fuera que por dentro.
Detrás de ella está “La linterna de los muertos”, una especie de torre hueca que, según la tradición ancestral, servía para que las almas de los fallecidos, pudieran subir al cielo más fácilmente. También funcionaron en su momento, como una especie de faro para peregrinos. Cuando nosotros llegamos, en el interior de la torre había una chica acompañada de un músico, que interpretaban lo que parecía ser música sacra. Mientras, a poca distancia, en la plaza que da entrada a la catedral el típico jipi tocaba su hang drum (este instrumento de percusión que parece una especie de ovni) y al mismo tiempo, en un patio al lado de la Linterna de los muertos, un grupo de teatro ensayaba una función que estaba anunciada para representarse próximamente. Desde luego, quien estuviera allí por interés cultural no podía quejarse.
![DIA 28 / 07 / 2016. Lescar – Sarlat la Caneda - Doce días entre abetos y viñedos (2)](http://i.imgur.com/gTcoG4j.jpg)
Realmente no hay nada destacable en esa calle más allá de lo cuidadas que están las fachadas de las casas, y lo bien decorado que está todo, pero si me permitís, me gustaría contaros una pequeña anécdota que nos ocurrió en esa calle, y que sentaría ciertos precedentes que se repitieron a lo largo de las vacaciones, dejándonos bastante sorprendidos.
Era la hora de merendar, y nos metimos en una heladería-pastelería de aquella calle (el nº 13, para más exactitud) llamada “Le Canelé de Bordeaux-Lemoine”. Al pedir los helados, nos resultó imposible entendernos con la chica que nos atendió (pese al interés que ella ponía) porque apenas hablaba dos palabras en inglés. Esto fue algo que nos chocó muchísimo y creímos que sería un caso puntual. Finalmente, no tardó en atendernos el que parecía ser el encargado, un tipo joven, de veintipocos, que estuvo con nosotros explicando que en Francia no se encuentra fácilmente el tipo de helado que nosotros queríamos etc. etc. etc. A mí me estaba dando bastante apuro, porque la tienda estaba llena y allí estaba el tipo aquel con los españoles pesaos (nosotros) para cuatro miserables helados. No hacemos más que pisar la calle, y a mi hija mayor se le caen las dos bolas de helados al suelo. Mi mujer entró a pedir un papel para limpiar aquello, y allí salió el chico y lo limpió él. La verdad es que no tendría por qué haberlo hecho, ya que estábamos en la calle. Ese fue el primer detalle, pero es que además el tipo le pidió el cucurucho a la peque (que la pobre no sabía dónde meterse), se lo volvió a llenar de helado, no quiso cobrar y no contento con eso, les regaló un chupa-chups a cada una de las niñas, para aliviar el disgusto. ¡A eso le llamo yo saber estar de cara al público! En fin, ya sé que solo es una anécdota, pero si vais por allí, comprad un helado que además estaban de cine.
![DIA 28 / 07 / 2016. Lescar – Sarlat la Caneda - Doce días entre abetos y viñedos (3)](http://i.imgur.com/2wiIqoe.jpg)
La nota triste (porque es MUY triste) fue ver patrullando las calles a militares pertrechados con la ametralladora (o lo que sea) en la mano. No hablamos de Policía Local, ni siquiera de la Nacional o Antidisturbios que ya de por sí imponen más, si no de grupos de cuatro o seis militares. Espero que se me entienda bien, no quiero decir que sea triste la presencia de estos, si no el hecho de que la misma, sea necesaria.
![DIA 28 / 07 / 2016. Lescar – Sarlat la Caneda - Doce días entre abetos y viñedos (4)](http://i.imgur.com/lQpbhgy.jpg)
Con la tarde ya avanzada, decidimos volver al hotel, porque al día siguiente tocaba ruta larga y había que madrugar.
![DIA 28 / 07 / 2016. Lescar – Sarlat la Caneda - Doce días entre abetos y viñedos (5)](http://i.imgur.com/dgT3VWi.jpg)
Bueno, supongo que este tipo de tonterías son las que dan salsa a los viajes y te obligan a aprender.