Empieza otro día gris en Edimburgo. Pero el tiempo no solo no logra quitar un ápice de encanto a la ciudad, sino que si acaso refuerza su carácter frío y a la vez acogedor.
![Amistad Amistad](/images/smiles/flor.gif)
Toda la ciudad en sí forma parte del Patrimonio Mundial de la UNESCO y no podemos dejar de deambular por las callejuelas del casco medieval (Old Town).
Sólo llevamos aquí un día y ya se ha colocado en mi TOP #2 de las ciudades más bonitas en las que he estado (sólo la gana Venecia, que es imbatible).
![Heart Heart](/images/smiles/heart.gif)
Nos perdemos gratamente por los túneles, (aquí los llaman “close”), que atraviesan edificios llevándonos mediante empinadas escaleritas de un callejón a otro hasta que llegamos a la Catedral.
La catedral, dedicada a San Giles, tiene su orígen en el siglo XII, con un pasado románico y católico.
El estilo actual después de varias reformas, siendo la última en el siglo XIX, es neogótico, con sus luminosos vitrales y techos en arco ojival.
No hay que perderse la Thistle Chapel, la capilla del cardo. Es una construcción de 1911 dedicada a la Orden de Caballería del Cardo (emblema nacional de Escocia). Cada caballero tiene un asiento dedicado, repleto de decoración y simbolismo.
La catedral se sitúa en la Royal Mile, la calle que une el Castillo al este con el Palacio de Holyrood al oeste. Tal como su nombre indica, su longitud es de una milla, o 1,6 kilómetros. En agosto esta calle es el epicentro de todas las actividades culturales, y noche y día está a rebosar.
A nosotros nos falta recorrerla en dirección oeste.
Pasamos por la histórica Tolbooth Tavern, edificio medieval que ha sido sala del concejo municipal, juzgado y prisión.
Luego volvemos a nuestro barrio para recoger la colada que hemos hecho en una lavandería-cafetería.
Para comer encontramos un puesto curioso y algo escondido. The Royal Dick es un bar con agradable terraza ubicado en un antiguo colegio veterinario, actualmente centro cultural con mucho ambiente juvenil.
![Amistad Amistad](/images/smiles/flor.gif)
Como buenos amantes del arte que somos, no podemos pasar de largo de la Scottish National Gallery.
De dimensiones totalmente abarcables y con una buena representación de los artistas ingleses más notables, también cubre desde desde el Gótico cristiano hasta el arte abstracto del siglo XX con una pequeña muestra de todos los estilos europeos, y además, gratis.
![Aplauso Aplauso](/images/smiles/aplaudir.gif)
Otro de los museos más populares de la ciudad es el National Museum of Scotland.
Se compone de varias galerías temáticas, desde la historia natural, desde una reproducción de T-Rex o la oveja Dolly disecada
![Mr. Green Mr. Green](/images/smiles/icon_mrgreen.gif)
Nos recuerda un poco al batiburrillo del museo Kelvingrove de Glasgow, definitivamente hay cosas para todos los públicos.
![Ojos que se mueven Ojos que se mueven](/images/smiles/icon_rolleyes.gif)
Incluso si realmente no se quiere visitar nada del museo, entrar vale la pena por las vistas de la terraza, y el acceso es gratuito.
Esta noche es el gran evento que llevo esperando meses, el concierto de uno de mis grupos favoritos.
![Aplausos Aplausos](/images/smiles/icon_aplauso.gif)